3 pueblos deshabitados de Buenos Aires

3 pueblos deshabitados de Buenos Aires para conocer en Verano y cómo acceder a ellos

En la provincia de Buenos Aires se encuentran tres pueblos con solamente un habitante cada uno. Los creadores de contenido, María Laura y Carlos, conocidos como “Viajar en Foco” y con más de 300 mil seguidores en Instagram, realizaron un viaje único y lo compartieron.

Con una impresionante cantidad de 43 mil likes y más de 600 comentarios, esta pareja aventurera nos llevó en un recorrido visual por tres pintorescos pueblos donde una sola familia optó por quedarse.

1. Pueblos bonaerense: Román Báez, Suipacha

El primer destino fue Román Báez, ubicado en el partido de Suipacha, al que se accede por tierra a unos 15 km desde el camino Suipacha/Gral. Rivas.

Este pueblo, que tuvo su momento de esplendor hasta los años 80, quedó en el olvido cuando la mecanización de los tambos y la discontinuación del tren dejaron su marca.

roman baez buenos aires

Entre las 500 casas abandonadas, resalta la historia de Cacho y su esposa, quienes se convirtieron en los custodios de este tesoro de nostalgia.

Sorprendentemente, Cacho continúa viviendo frente a la escuela donde asistió a la primaria, recordando tiempos pasados.

2. Pueblos fantasmas en Buenos Aires: Pourtalé, Olavarría

El segundo destino nos lleva a Pourtalé, un pueblo en el partido de Olavarría, a unos 25 km por tierra desde la ciudad principal.

Este lugar, marcado por décadas de ruinas causadas por tornados devastadores, ahora alberga a una única familia que decidió desafiar la adversidad y llamarlo hogar.

Las imágenes revelan la resistencia de esta familia, que decidió mantener viva la llama de la comunidad en un entorno desafiante y desolado.

3. Pueblos de Buenos Aires: Quiñihual

Nuestra última parada nos lleva al suroeste de la provincia de Buenos Aires, específicamente a Quiñihual, un lugar de acceso terrestre (8 km desde la RP76) ideal para ciclistas y motoviajeros.

Acá una sola persona decidió desafiar la soledad. Pedro, criado en los pagos de Coronel Suárez, es el dueño del único almacén en un radio de 40 km.

Su establecimiento se transforma en un punto de referencia para viajeros y residentes rurales de la región, abriendo sus puertas por la tarde y convirtiéndose en un punto crucial de encuentro en esta zona olvidada.

La travesía de “Viajar en Foco” no solo nos lleva a lugares apartados, sino que también nos revela emocionantes relatos de personas que optaron por quedarse y mantener intacta la esencia de comunidades que alguna vez prosperaron.

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